Entre lechugas y sacos de papas, Doralicia Moreno, vendedora del mayor mercado de Panamá, se queja porque “la afluencia de clientes es mínima” y anhela que el nuevo presidente le devuelva la prosperidad.
“No creo que aquí en este mercado haya alguien que diga: esto aquí está bien”, dice a la AFP esta empleada de un local de ‘Merca Panamá’, donde se comercializa el 80 por ciento de los vegetales que se consumen en la capital.
“Los panameños no pasamos (antes) el tipo de problema que estamos pasando ahora”, se lamenta la vendedora de 39 años. Es “un país muy pequeño para la cantidad de candidatos (ocho) que tenemos a la presidencia y no sé por quién votar” el domingo 5 de mayo de 2024, agregó.
Andrés Vlieg, quien adquiere en el mercado los vegetales que ofrece en su tienda de la ciudad satélite de Arraiján, también se lamenta porque “la venta ahorita está un poco lenta”.
Antes había “una bonanza increíble, el panameño tenía trabajo por todos lados, no le faltaba nada, todo estuvo bien”, dice a la AFP el comerciante de 53 años.
Con nostalgia
Muchos panameños sienten nostalgia por la situación económica de hace una década, cuando hubo un boom inmobiliario sin precedentes y grandes obras de infraestructura, como la ampliación del canal de Panamá y la construcción del primer metro de Centroamérica.
Panamá tiene una economía de servicios dolarizada, con atractivos para la inversión extranjera, un sistema financiero internacional y la mayor zona franca de América Latina. Su motor, el canal interoceánico, aportó 2 mil 544 millones de dólares al erario en 2023.
El PIB panameño creció 7.3 por ciento en 2023 según el gobierno y 6.5 por ciento según el Banco Mundial, por sobre el promedio latinoamericano (2.2 por ciento, según la CEPAL).
Además, es un país de alto ingreso per cápita en América Latina (17 mil 357.6 dólares en 2022, según el Banco Mundial).
Sin embargo, el 45 por ciento de los trabajos panameños son informales y el desempleo ronda el 9 por ciento. Un tercio de la población rural vive en pobreza y los sindicatos se quejan de que el poder adquisitivo cayó 10 por ciento desde 2016.
Clase media golpeada
El economista panameño Horacio Estribí afirma que el “crecimiento económico se ha concentrado en beneficiar a grupos muy específicos y muy poco o nada a los de bajos ingresos”.
Pero la clase media también se siente agobiada, en especial por los aumentos de los intereses de los créditos hipotecarios y del precio de la gasolina.
“La economía, incluso para los que somos de clase media, ha sido muy golpeada”, dice a la AFP Carlos Montero, empresario de aplicaciones móviles.
Montero recuerda que pagaba una cuota de 500 dólares mensuales de un crédito por la compra de su apartamento en un edificio del barrio bohemio El Cangrejo. Luego subió a 700 y ahora a 950 dólares.
“Ya no soportamos cinco años más con una situación económica que viene decayendo”, afirma este emprendedor de 48 años.
Vlieg dice que espera que el nuevo mandatario “haga lo mejor por el país”. Pero “no podemos evitar que roben, porque es algo que ya llevan en la sangre como un ADN”, expresó.
¿Más impuestos?
Cualquiera sea el próximo presidente deberá ocuparse de que sea seguro el suministro de agua para el canal, afectado por una sequía que ha reducido el tránsito de buques y amenaza los ingresos fiscales.
La Caja de Seguro Social “se quedaría sin recursos para pagos pensionales en 2025”, asegura a la AFP Esteban Tamayo, economista del banco estadounidense Citi para los Países Andinos, Centroamérica y Caribe.
Unos 1 mil 760 millones de dólares anuales paga la Caja en pensiones.
Además, el país enfrenta un arbitraje internacional por el cierre en 2023 de una mina de cobre a cielo abierto de capital canadiense.
“Un fallo en contra por arbitraje en el caso de la mina implicaría un pasivo contingente para el gobierno muy amplio”, señala Tamayo. La minera reclama 20 mil millones de dólares en compensación, según medios locales.
“Con esto en mente, y con la posibilidad de pérdida de grado de inversión, el próximo presidente debe pronto […] presentar un plan de ajuste fiscal, posiblemente incluyendo incrementos de impuestos”, agrega.
Indica que el país tiene “un canal que arroja tan buenos resultados, que no ha sido necesario reformar el sistema tributario”.
Pero Montero advierte que “un nuevo impuesto en realidad sería una cortada a la yugular” de los panameños.
Con información de la agencia de noticias: AFP