La Casa Blanca propuso este jueves reducir para el próximo año fiscal el número de refugiados que serán admitidos en suelo estadounidense, limitándolo a 18.000 personas. Además, pidió una importante renovación del programa respectivo para alinearlo con los intereses de Estados Unidos. Esto incluiría, por ejemplo, dar voz a las localidades para determinar si pueden acomodar a los recién llegados.
Asimismo, el gobierno de Trump tiene planeado reducir el papel de la ONU en la selección de los refugiados para Estados Unidos y, en cambio, dar prioridad a las minorías religiosas e iraquíes que han ayudado al Gobierno de EE.UU., así como a los refugiados que Washington ha acordado recibir y reasentar en nombre de Australia.
La propuesta fue presentada al Congreso este jueves, iniciando así un período de consulta que concluirá cuando el presidente de EE.UU., Donald Trump, formule una determinación final el próximo mes.
Según consultas previas, lo más probable es que el número de 18.000 se mantenga firme, indica el rotativo. De ser así, sería el límite más bajo desde 1980, cuando se creó el moderno sistema de refugiados, y marcaría una caída de 12.000 personas con respecto al año fiscal 2019.