La superficie del hielo marino alrededor de la Antártida aumentó gradualmente hasta el 2014, año en que empezó a derretirse a un ritmo mucho superior al que lo hacían los glaciares del casquete ártico. Así se desprende de un estudio de la geóloga de la NASA Claire L. Parkinson publicado este lunes en la revista PNAS y basado en observaciones satelitales realizadas durante los últimos 40 años.
De hecho, las “abruptas” pérdidas de hielo ocurridas entre 2017 y 2018 fueron tan grandes que “esencialmente eliminaron” el resultado del aumento de la masa de hielo marina de los 35 años anteriores.
“No sabemos si esta disminución va a continuar”, declaró la investigadora.
Al mismo tiempo, estudios previos muestran que el derretimiento fue provocado por los cambios en el sistema climático global.
Los científicos nunca dudaron de que el polo sur sufriría un deshielo parecido al que se está observando en el Ártico, que se ha convertido en un “emblema del calentamiento global”, afirmó la investigadora.
Sin embargo Parkinson señaló que las causas de la rápida pérdida del hielo marino alrededor del continente antártico requiere una observación continua, al igual que la cuestión de si esa desaparición significa una aceleración del derretimiento comparable a la del polo norte.