Este día varios funcionarios de Gobierno participaron del lanzamiento de un proyecto que busca promover el acceso a servicios financieros en el área rural, tales como los créditos, así como mejorar la utilización de los mismos, especialmente en el sector agrícola.
Es financiado por Estados Unidos, a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, también conocida por sus siglas en inglés, USAID, para lo cual se invertirán 6 millones de dólares, según lo anunció la vicepresidenta Kamala Harris.
Con este programa, se busca apoyar los esfuerzos por frenar la migración y promover crédito para que las familias tengan acceso a recursos, además de acercar otros servicios financieros.
“El proyecto beneficiará a aquellos grupos generalmente excluidos del sistema financiero guatemalteco con un enfoque particular en comunidades indígenas rurales, con especial énfasis en mujeres, jóvenes y receptores de remesas”, señala el comunicado de USAID.
Se enfocará en las comunidades indígenas rurales en los departamentos de Huehuetenango, San Marcos, Quiché, Totonicapán, Quetzaltenango, Alta y Baja Verapaz, así como con instituciones financieras con sede en la Ciudad de Guatemala.
Con el proyecto se espera apoyar a 100 mil personas de las zonas rurales para que adopten servicios financieros formales y movilizar 20 millones de dólares en créditos para pequeños agricultores.
Por otro lado se busca canalizar US$ 100 millones de remesas hacia cuentas de ahorro y otros servicios financieros y movilizar 35 millones de dólares del valor de las remesas para invertir en el sector agrícola.
Tasa de inclusión financiera es muy baja en Guatemala
Como parte del proyecto, se hizo un análisis en el que se indica que la tasa de inclusión financiera de Guatemala se encuentra entre las más bajas de América latina ya que sólo el 37% de la población tiene una cuenta bancaria, y la situación es más aguda en las zonas rurales en donde sólo el 17% de los habitantes tienen una cuenta bancaria, porcentaje que se conforma entre mujeres, jóvenes y las comunidades indígenas.
“Estos grupos se enfrentan a múltiples barreras, como la falta de garantías (cuentas bancarias, historial crediticio), educación financiera, acceso a internet y teléfonos inteligentes”, señala la entidad.
Agrega que estas barreras limitan la capacidad de las comunidades para acceder a servicios financieros, tales como ahorros y préstamos.
Además destaca la importancia de las remesas para el área rural, debido a que son una fuente de ingresos fundamental y vital para muchos hogares de ese sector, además que para el Producto Interno Bruto (PIB) del país, pero sólo un pequeño porcentaje tiene movimiento en el sistema bancario.
“En 2022 las remesas sumaron 18 mil 300 millones de dólares, beneficiando a aproximadamente 6,5 millones de guatemaltecos. Sin embargo, menos del 12% de estos fondos se depositaron en cuentas de ahorro bancarias o cooperativas, y menos del 5% se destinó a inversiones personales o agrícolas.
Estrategia y enfoque
El proyecto se implementará bajo una estrategia integral, centrada principalmente en la agricultura, la cual emplea a cerca del 30% de los guatemaltecos, ofreciendo formas alternativas de garantía para quienes carecen de títulos de propiedad o historial crediticio, mejorando la educación financiera.
Se enfoca en tres objetivos clave para mejorar la inclusión financiera, siendo estos:
- Expansión de productos y servicios financieros: Lo cual se hará con la colaboración de diversas instituciones financieras, fondos de impacto, entidades de microfinanzas y operadores de redes móviles. “El objetivo es aumentar tanto la disponibilidad como la calidad de las ofertas financieras”.
- Impulsar la demanda y el uso entre los consumidores rurales: Dirigido a las micro, pequeñas y medianas empresas, los agricultores y grupos demográficos específicos como los jóvenes, las mujeres, las poblaciones indígenas y la diáspora. “Este proyecto tiene como objetivo incrementar la demanda y la utilización de los servicios financieros. Esto se logrará mejorando la educación financiera y fomentando la confianza entre los consumidores rurales y los proveedores de servicios financieros”.
- Fomento de la inversión de remesas: El proyecto promueve la reorientación de una parte de las remesas hacia usos financieros productivos. “Esto incluye el depósito en cuentas de ahorro, el uso como garantía de préstamos y la inversión en actividades dentro de la cadena de valor agrícola.