La norma aprobada por unanimidad introduce la definición de este tipo de acoso en la Ley de Protección Integral a las Mujeres, que considera otros tipos de violencia contra la mujer como la doméstica, laboral e institucional. La Cámara de Diputados ya había aprobado la iniciativa en 2017.
La norma considera esta violencia como “aquella ejercida contra las mujeres por una o más personas, en lugares públicos o de acceso público, como medios de transporte o centros comerciales, a través de conductas o expresiones verbales o no verbales, con connotación sexual” que dañen su dignidad, integridad, libertad, libre circulación o permanencia o generen un ambiente hostil.
Además, establece que el Instituto Nacional de la Mujer deberá crear una línea telefónica gratuita para dar contención y asistencia a las víctimas e insta a las fuerzas de seguridad a proteger a las mujeres cuando sean hostigadas. No establece penas diferenciadas para este delito.
El Observatorio de la Violencia Contra las Mujeres Ni Una Menos indicó que 100% de las mujeres que residen en Argentina experimentaron algún tipo de acoso a lo largo de sus vidas.
Las denuncias por acoso sexual callejero ante la justicia de Buenos Aires aumentaron más de 50% en 2018 con respecto al año anterior.