“Los flujos migratorios no se detendrán” fueron algunas de las alocuciones y deducciones de los participantes al evento hacia una gobernanza regional en migración y desplazamiento forzado en las américas, donde se resaltó que aparte del apoyo que anunció Estados Unidos para Guatemala, El Salvador y Honduras, deben impulsarse otros planes que refuercen dicha cooperación, como por ejemplo: cambiar las estrategias migratorias, incluyendo la nueva atención por el alza en las solicitudes de refugio y de asilo.
En torno a estas discusiones, Néstor Méndez, Secretario General adjunto de la OEA declaró que:
Históricamente hemos sido y somos un contingente de migrantes, en el contexto de la pandemia, hemos visto una vez más las múltiples contribuciones que las personas migrantes y refugiadas hacen en nuestras sociedades”
Por otro lado y siempre en el análisis de los procesos migratorios, la directora ejecutiva de PADF, Katiel Taylor, declaró que la comunidad de acogida ayuda a la confianza entre ambas comunidades para llegar, el conocimiento que esas organizaciones locales tienen de las condiciones de los migrantes y sus necesidades ayudan a los gobiernos a poder adaptarse y poder crear políticas y procedimientos.
Finalmente, los reunidos en este evento coinciden en que el segundo o tercer pilar que interesa mucho es como transformar la inversión estratégica privada de los países contribuyentes como Estados Unidos, México, entre otros, en una manera que canalice el apoyo para la sociedad civil, y los grupos de la comunidad que los necesite.
Finalmente, Ariel Ruiz, analista de Migration Policy Institute, intervino proponiendo:
Tenemos que entender también como por ejemplo, establecer programas que pueden llegar a las áreas más rurales de Guatemala, afuera de las ciudades de Tegucigalpa y San Salvador”