La llegada de la temporada de lluvias ha facilitado que grandes cantidades de desechos sólidos lleguen al lago de Amatitlán, el cuerpo de agua recibe basura que ha sido arrojada a los afluentes y calles de 14 municipios que conforman la cuenca.
El problema se repite cada año, y es que los desechos que se encuentran en las calles de estos municipios son arrastrados hasta el afluente, que continúa en una situación crítica de contaminación, a pesar de las medidas que toman las autoridades que lo vigilan.
Este miércoles se pudo observar el trabajo de las personas que laboran en el lugar para extraer la basura de la desembocadura del río Villa Lobos. En el lugar se encontraba el ingeniero Edgar Zamora, director de la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca y del Lago de Amatitlán (AMSA), quien se refirió a la crítica situación del afluente.
Desde 2004 tenemos una biobarda que ha venido sosteniendo todos estos hoyos pero sigue entrando en cantidades exhorbitantes; con el primer aguacero entraron 60 camionadas, con el segundo 50; anoche sólo 10, pero esto es increíble”.
Aseguró que el problema no se solucionará si no hay acciones severas para las personas que continúan tirando la basura en la calle.
Esto no se va a solucionar si no castigamos, o sea yo creo que es hora de castigar a la gente y que se comience a castigar en serio porque estamos matando un cuerpo de agua que es de lo más maravilloso que puedan tener. Guatemala es rica en agua y la estamos haciendo pedazos. Yo no sé ustedes pueden ver la cantidad de basura es impresionante, no sé qué vamos a hacer al final de cuentas con los guatemaltecos, o aprenden o aprenden”, puntualizó.
¿De dónde llega la basura?
Si se pregunta de dónde llega la basura, las autoridades indican que es de todos los municipios que conforman la cuenca, es decir; de municipios de Guatemala y Sacatepéquez.
Proyecto urgente
Zamora puntualizó que se necesita un proyecto urgente para salvar al lago de Amatitlán; el cual está en riesgo y no sólo por los desechos que están bajo control, sino que por la arena que también es arrastrada hasta ahí.
La arena es la muerte silenciosa del Lago, le está entrando por abajo y se necesita que los diques estén bien ubicados, bajo un mantenimiento grande para estarla sacando antes que llegue al Lago. Se necesita construir 30 hectáreas de lagunas en la desembocaudra para captar toda la arena y desechos sólidos.
A pesar de la condición en la que se encuentra desde hace muchos años, el lago de Atitlán sigue siendo uno de los recursos más importante del sistema hidrológico del país; además que es el cuarto cuerpo de agua más grande de Guatemala.