En los últimos 4 años, el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) ha practicado exámenes forenses a niñas de entre uno y cuatro años de edad, derivado del abuso y violencia sexual que enfrenta ese sector. La cifra acumulada indica que en total se han realizado 2 mil 895 pruebas. De estas 2 mil 159 practicadas a niñas de entre 10 y 14 años.
Para Otto Rivera, representante de la Coordinadora Institucional de Promoción por los Derechos de la Niñez (Ciprodeni), la situación es preocupante ya que solo en el 2019, se practicaron 5 mil 585 exámenes de este tipo.
Sin embargo, la cifra más alarmante dentro de este último indicador, es la de 37 pruebas practicadas a niñas menores de un año por existir la presunción de abuso y violencia sexual.
Acciones de la sociedad
Rivera indicó que se considera que en todo el país, ocurre un abuso cada 3 horas contra menores de entre 10 y 14 años, y cada 18 minutos en el caso de adolescentes comprendidos entre los 15 y 18.
Señaló que se debe profundizar en el cuidado de la niñas y adolescentes, prestando atención de qué hace la sociedad para cambiar y mejorar la vida de las infantes.
Añadió que debe existir una marcada diferencia entre el embarazo infantil y el embarazo adolescente porque cada vez hay más casos de niñas embarazadas en América Latina, en edades comprendidas entre los 8 y 9 años, muestra de ello es que el primer nacimiento en madres jóvenes que se registró este año en Guatemala, lo protagonizó una menor de 12 años de edad.
El representante de Ciprodeni, también destacó que del total de niñas y adolescentes embarazadas por año, solo un tercio corresponde a menores abusadas, lo cual representa una clara alerta.
Recomendaciones
Ante este panorama, el entrevistado considera que es necesario implementar mayor educación integral en sexualidad y una política de atención y prevención a las víctimas o posibles víctimas de violencia sexual, de abuso o de trata de personas.
Los departamentos que reportan mayor cantidad de abuso son Huehuetenango, Quetzaltenango, Petén, San Marcos y Escuintla.