Dos mujeres más acusaron al expresidente de Costa Rica y Premio Nobel de la Paz, Oscar Arias, de supuesta conducta sexual inapropiada tras una demanda por presunta violación interpuesta esta semana por otra mujer en la nación centroamericana.
Eleonora Antillón, una conocida periodista y conductora de televisión costarricense, dijo a The Associated Press el miércoles que Arias la agredió a mediados de la década de 1980, cuando ella trabajaba para su incipiente candidatura presidencial.
En otra entrevista, Emma Daly, directora de comunicación de Human Rights Watch, contó que Arias la manoseó en el vestíbulo de un hotel en Nicaragua en 1990 cuando trabajaba como reportera en Costa Rica.
The New York Times reportó que una cuarta mujer, una editora literaria de 53 años, alegó que Arias le puso la mano en la pierna de forma inesperada durante una reunión en 2012. La AP no pudo confirmar ese reporte de inmediato.
Aunque el movimiento #MeToo salpicó a varios hombres poderosos en los últimos años en Estados Unidos, sus efectos ha sido más limitados en Latinoamérica, una región en la que, según los críticos, las actitudes machistas están más enraizadas.
En Brasil, desde diciembre más de 250 mujeres acusaron a un destacado curandero espiritual de agresiones que van desde caricias no deseadas a violación, lo que provocó su detención por varios cargos. En Argentina, se plantearon demandas por agresión o acoso sexual contra un conocido actor, un senador y un alto cargo político.
Pero ninguno tenía un perfil como el de Arias, que fue elegido dos veces presidente de Costa Rica y recibió el Premio Nobel de la Paz en 1987 por su trabajo para poner fin a las prolongadas y sangrientas guerras civiles en Centroamérica.
En la denuncia penal presentada el lunes en Costa Rica se acusa a Arias de tocar los pechos de una mujer, besarla y penetrarla con los dedos en diciembre de 2014 en su casa de la capital, San José. Ella, una activista por el desarme nuclear cuyo nombre no fue revelado, había acudido allí para una reunión relacionada con su causa.
En un breve comunicado el martes, Arias negó la acusación. El expresidente alegó que nunca violó la voluntad de ninguna mujer y que a lo largo de su carrera ha luchado por la igualdad de género. Arias manifestó además que no realizará más comentarios porque el caso estaba abierto.