La primera ministra británica Theresa May pidió a la Unión Europea que demore la salida británica del bloque hasta el 30 de junio.
De acuerdo con los plazos vigentes, el Reino Unido debe salir en nueve días, pero el Parlamento rechazó dos veces el acuerdo de divorcio negociado por May.
May envió una carta al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en la que pidió la extensión y expresó su intención de intentar por tercera vez la aprobación del acuerdo.
El aplazamiento requiere la aprobación de los 27 estados miembros restantes, los que se reunirán el jueves en Bruselas.
El parlamento votó la semana pasada a favor de un retraso de tres meses hasta finales de junio, pero algunos líderes comunitarios han sugerido que harían falta otros dos años.
El secretario británico de Educación, Damian Hinds, dijo a BBC el miércoles que una demora corta es la opción correcta.
“Creo que la gente está un poco cansada de esperar a que el parlamento se ponga de acuerdo y apruebe el pacto”, dijo.
Los problemas de May se agravaron cuando el presidente de la Cámara de los Comunes decretó antes esta semana que no podía volver a someter a votación parlamentaria el mismo acuerdo de divorcio que ya fue rechazado en dos ocasiones.
No se preve una decisión rápida de la UE. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, señaló que es poco probable que los líderes del bloque tomen una decisión al respecto en la cumbre del jueves.