Unas 30.000 hectáreas del sistema lagunario del Istmo de Tehuantepec, en el estado de Oaxaca, México, se encuentran contaminadas, lo que no permite el desarrollo de las especies marinas, que poco a poco van muriendo.
Este dato fue divulgado por José Díaz Pineda, director de Desarrollo Rural Sustentable de la ciudad de Juchitán, en la presentación de un estudio preliminar sobre la contaminación de la Cuenca de río Los Perros y las cargas de contaminación de aguas residuales en las lagunas Superior e Inferior en Oaxaca.
Pineda explicó que unas 50 toneladas de desperdicios humanos se echan en el río Los Perros –uno de los afluentes naturales más importantes de esta región– y van a dar a las lagunas, a lo que hay que añadir todo tipo de productos químicos.
Según el funcionario, la contaminación por aguas residuales a la mitad de las 68.000 hectáreas del sistema lagunarioha paralizado la pesca, y advierte que puede provocar diversas enfermedades como hepatitis B o difteria.
La gran cantidad de excremento en las lagunas ha multiplicado la presencia de medusas, que además de alimentarse de los desperdicios se comen los huevecillos y larvas de la fauna marina. Así, 12.000 pescadores ven mermado su trabajo tanto por el cierre, a causa de la sequía, de la boca que conecta las lagunas con el Océano Pacífico, como por los deshechos y aguas negras.
Aguas negras desde Juchitán
En el terremoto de magnitud 8,2 en la escala Richter, que sacudió Juchitán en septiembre de 2017, la red de drenaje colapsó. La planta de tratamiento de aguas residuales no funciona y tampoco existe una de desechos sólidos que sirva como relleno sanitario, lo que provoca que las aguas sucias contaminen las calles y los afluentes de los ríos.
“Aquí el agua estancada y el olor insoportable tienen más de ocho años, pero nadie nos atiende. Así comemos y dormimos”, afirman al diario La Jornada vecinos de Juchitán.
El gestor social Tomás Chiñas Santiago aseguró al periódico que en Juchitán no funciona ninguna de las nueve plantas de tratamiento de aguas negras. “Lamentablemente vemos que esta agua sucia está siendo arrojada al río en tubos grandes”, agrega.
Por el momento, las autoridades municipales han pedido al Ayuntamiento que atienda la problemática para “encausar las aguas negras y darles el tratamiento necesario para evitar generar enfermedades a la población” y salvar las lagunas.