Reafirmaron su compromiso de generar empleo y encontrar soluciones al problema de la migración, pero la impactante fotografía de un inmigrante centroamericano ahogado en el río Bravo junto a su hija de poco menos de dos años recordó a los cancilleres centroamericanos y de México, reunidos el viernes en Naciones Unidas, que el asunto es “un drama humano”.
“Para mí es personal”, dijo la canciller salvadoreña Alexandra Hill a sus homólogos en la sala, reunidos para analizar un plan de desarrollo que firmaron hace casi un año con el objetivo de identificar oportunidades y reducir el flujo migratorio hacia el norte.
Hill mencionó la imagen que en junio dio la vuelta al mundo como ejemplo de las tragedias que pasan los migrantes, en su mayoría centroamericanos, que escapan de la violencia y pobreza de sus comunidades con la esperanza de llegar a Estados Unidos y solicitar asilo.
En una reunión de más de una hora, la canciller, junto a su homólogo mexicano Marcelo Ebrard, la canciller guatemalteca Sandra Jovel Polanco y la representante permanente alterna de Honduras, Irma Rosas, se comprometieron a tirar adelante el Plan de Desarrollo Integral, que busca atacar las causas estructurales del fenómeno migratorio e identificar oportunidades que mejoren las vidas de los centroamericanos para que no tengan que verse forzados a emigrar.
La Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal) está ayudando a estos países a desarrollar el plan y su secretaria ejecutiva, Alicia Bárcena, participó en el encuentro.
El multilateralismo funciona”, dijo Ebrard. “Sí se puede cambiar el enfoque al desarrollo y sí se puede lograr esto a corto plazo”.
El plan de desarrollo se ideó hace meses en un contexto de una creciente salida de migrantes guatemaltecos, salvadoreños y hondureños hacia Estados Unidos, algo que enfureció al gobierno del presidente Donald Trump.
En mayo Trump amenazó con la posibilidad de imponer aranceles a México si las autoridades de ese país no reducían la inmigración ilegal hacia Estados Unidos. Eso forzó a México a negociar un acuerdo migratorio con su vecino del norte y adoptar políticas de mayor mano dura contra inmigrantes centroamericanos que intentan acceder a México en su camino hacia Estados Unidos. Miles de miembros de la Guardia Nacional mexicana fueron enviados a puestos de control en rutas por donde transitan los migrantes.
Reducción de migraciones irregulares
Por otro lado, políticas migratorias estadounidenses han provocado que este año más de 40.000 migrantes que buscan asilo en Estados Unidos hayan sido devueltos a México para que esperen allí hasta que se consideren sus casos.
El viernes Hill dijo que el número de arrestos en la frontera estadounidense de inmigrantes salvadoreños que llegan allí en situación irregular se ha reducido en un 80% desde mayo. Eso, dijo después a periodistas, se debe no sólo a las políticas de Trump sino también a “la esperanza que tiene nuestro pueblo con el presidente (salvadoreño Nayib) Bukele, con la forma en que cómo estamos haciendo las cosas”.
Estados Unidos se ha comprometido a otorgar casi 5.000 millones de dólares en el presupuesto del año que viene para reformas institucionales y desarrollo en el Triángulo del Norte, recordó Ebrard. El canciller dijo que en materia de cooperación, México por ahora dará 100 millones de dólares este año al plan de desarrollo y que planea duplicarlo el año que viene.
Bárcena mencionó que era importante impulsar el comercio entre Centroamérica y México. En la reunión se mencionó el comercio del café como un ejemplo de un sector del que se ha de sacar ventaja en la región. Otro ejemplo de un proyecto del plan son los 30 millones de dólares que México ofreció en junio a El Salvador para, entre otras cosas, sembrar un millón de árboles frutales y maderables en el sureste mexicano y generar así empleos agroforestales.
Para llevar adelante el plan de desarrollo, los países centroamericanos y México planean reunirse en un futuro próximo con 35 países y organismos donantes, entre ellos España, Canadá y la Unión Europea.