Cientos de migrantes cruzan la frontera de México con Estados Unidos a pocas horas de que expiren las restricciones de asilo, temiendo que las nuevas políticas les dificulten más la entrada a suelo estadounidense.
En una medida para descongestionar las abrumadas instalaciones de detención, los agentes de la Patrulla Fronteriza recibieron la orden de comenzar a liberar a algunos migrantes con instrucciones de que se presenten en una oficina de inmigración en Estados Unidos en una plazo de 60 días.
El gobierno del presidente Joe Biden ha estado revelando medidas con las que se reemplazará el llamado Título 42, un programa que suspendió los derechos de solicitar asilo desde marzo de 2020 con el fin de prevenir la propagación de Covid-19.
El Departamento de Seguridad Nacional anunció una regla para que sea extremadamente difícil para cualquier persona que viaje por otro país y calificar para obtener asilo. También introdujo toques de queda con seguimiento por GPS para las familias puestas en libertad en Estados Unidos antes de sus evaluaciones iniciales para un posible asilo.
En Matamoros se vieron llegar migrantes de forma constantes, desnudándose antes de descender por una orilla empinada con su ropa dentro de bolsas de plástico.
La Patrulla Fronteriza detuvo a unos 10.000 migrantes, uno de los días de mayor actividad de su historia, según un funcionario estadounidense que hablo bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a hablar públicamente. Esa cifra era casi el doble de la media diaria de uno 5.200 en marzo, los últimos datos disponibles públicamente, y se acerca a los 11.000 que las autoridades estadounidenses han pronosticado como el límite superior de una oleada que prevén con el fin del Título 42.