Las muertes por el coronavirus en Nueva York superaron las 10 mil, apenas aproximadamente un mes después de que ocurrió la primera en el estado, dijo el lunes el gobernador Andrew Cuomo.
La entidad registró 671 fallecimientos nuevos el domingo, la primera vez en una semana en que la cifra de decesos nuevos es menor a 700. Casi 2 mil personas fueron hospitalizadas ese día, aunque si se le restan las muertes y los dados de alta, el número permanece estable en poco menos de 19.000.
“Este virus es muy bueno para lo que hace. Es un asesino”, declaró Cuomo en una conferencia de prensa en lunes en el Capitolio estatal.
El epicentro de la pandemia está ahora en Estados Unidos, donde han muerto más de 22 mil personas, la cifra más alta a nivel mundial. Aproximadamente la mitad han sido en la zona metropolitana de Nueva York, pero la tasa de hospitalizaciones en ese estado se está atenuando y otros indicadores dejan entrever que el confinamiento de las personas está funcionando.
A nivel mundial más de 1,8 millones de personas se han enfermado del coronavirus y más de 117 mil han fallecido, según datos al lunes de la Universidad Johns Hopkins. Sin embargo, es muy probable que esas cifras no reflejen el verdadero alcance de la crisis debido a la falta de pruebas, conteos inexactos de las defunciones y los intentos de algunos gobiernos de encubrir las cifras verdaderas.
Horas antes, el departamento de salud de la ciudad de Nueva York informó que se están acabando los hisopos para las pruebas de detección del coronavirus y por lo tanto los médicos deben aplicar las pruebas solamente a los que ya están hospitalizados.
En un memo a los médicos de la ciudad emitido el fin de semana, los expertos anunciaron: “Debido a la escasez de los hisopos, existe la posibilidad real de que las existencias en los hospitales se agoten completamente”.
En estos momentos, se les pide a los médicos aplicar pruebas sólo a los pacientes hospitalizados a fin de preservar recursos necesarios para diagnosticar a los pacientes y atender eficazmente a los que están gravemente enfermos, agregaron.
La advertencia fue emitida mientras los gobiernos tanto del estado como de la ciudad de Nueva York le están pidiendo al gobierno federal entregar más pruebas del coronavirus.
“No podremos regresar a la normalidad sin poder aplicar pruebas de diagnóstico a una escala mucho mayor”, indicó el lunes el alcalde Bill de Blasio.
Hasta ahora 462 mil personas en el estado de Nueva York han sido sometidas a la prueba de diagnóstico y casi 189 mil han dado positivo.
Debido al racionamiento, apenas un 44% de las pruebas aplicadas en el estado han sido en la ciudad de Nueva York, a pesar de que la urbe representa el 74% de las fatalidades a causa de la enfermedad en el estado.
La falta de equipos, en parte debido al racionamiento de trajes protectores para el personal encargado de administrar las pruebas, ha impedido a las autoridades aplicárselas al personal de hospitales y asilos de ancianos, que podrían estar pasándose las infecciones entre sí y a los pacientes.