Patsy Reddy firmó el proyecto de ley mientras la policía adelantó que anunciará un programa de compraventa para recuperar las armas ahora ilegalizadas. El veto entrará en vigor a medianoche, pero se aplicará una breve amnistía hasta que se conozcan los detalles del programa, agregaron las autoridades.
Quien tenga una de estas armas se enfrenta a una sanción de hasta cinco años en prisión. Se permitirán algunas excepciones para reliquias de coleccionista o para profesionales del control de plagas.
La Cámara de Representantes neozelandesa sacó adelante un proyecto de ley que prohíbe la mayoría de las armas automáticas y semiautomáticas, así como los componentes que modifican las existentes, por 119 votos a favor y uno en contra luego de un proceso acelerado de debate y de recepción de opiniones de la población.
El australiano Brenton Harrison Tarrant, de 28 años, fue acusado de 50 cargos de asesinato y 39 de intento de asesinato. La comisión real establecida para investigar las cuestiones que rodearon a la masacre está examinando cómo consiguió una licencia de armas en Nueva Zelanda y compró armas y municiones.