El funcionario, que habló bajo condición de anonimato debido a regulaciones hacia los medios, dijo que el atacante detonó su chaleco explosivo.
El Centro de Operaciones de Bagdad dijo en un comunicado que el ataque en el mercado Jamila dejó varios muertos o heridos.
El ataque tuvo lugar después del anochecer en el cuarto día del mes sagrado de Ramadán, durante el cual los musulmanes no pueden comer ni beber en las horas diurnas y concentran sus actividades por la noche, cuando salen a comprar y reunirse con la familia y amigos.
Las agencias de seguridad iraquíes han invertido bastante en seguridad en la capital, aun cuando los insurgentes siguen acosando a aldeas y carreteras en zonas rurales.
El Ramadán suele teñirse de sangre en Irak y en 2016 se produjo al final de este mes sagrado uno de los atentados más mortíferos, que dejó casi 300 muertos en el barrio chií de Al Karrada y fue reivindicado por el Estado Islámico.
El año pasado, tras la expulsión del Estado Islámico de Irak, la violencia se redujo notablemente durante el Ramadán, cuando un terrorista suicida intentó entrar en un parque abarrotado de personas en la zona chií de Al Shuala, en el noreste de Bagdad, y causó cuatro muertos.