La Organización de Estados Americanos exhortó el viernes a la comunidad internacional a que aumente su financiamiento a los países de la región para que puedan integrar exitosamente a los migrantes venezolanos.
“La ausencia de financiamiento a una mayor escala para los gobiernos nacionales, regionales y locales de los países receptores de la región se podría traducir en colapsos de servicios públicos, lo cual a su vez podría generar un rechazo de las poblaciones locales a recibir venezolanos”, señaló el primer informe preliminar sobre la crisis de migrantes y refugiados venezolanos elaborado por un grupo de trabajo convocado por la OEA. “Esto es un escenario que los países de la región quieren evadir”.
El análisis estima que aún si el número de migrantes y refugiados se mantiene durante 2019 y si Naciones Unidas alcanza su meta de recaudar 737 millones de dólares, el financiamiento para la crisis venezolana estaría por debajo de 300 dólares por persona.
“Alcanza para atender necesidades elementales, albergue, alimentación y quizá alguna atención médica”, dijo en conferencia de prensa David Smolansky, coordinador del grupo de trabajo.
Sin embargo, la ONU pronosticó recientemente que la cifra de desplazados venezolanos podría alcanzar los 5,4 millones a fines de este año en Latinoamérica y el Caribe.
El monto de 300 dólares por persona palidece ante el financiamiento superior a 5.000 dólares por persona destinado a atender a los 6,3 millones de sirios que en 2017 se desplazaron a raíz de la guerra civil en su país.
Smolansky indicó que sólo Siria supera a Venezuela como el país del planeta con más desplazados y agradeció los aportes realizados hasta el momento, pero advirtió que no llegan a 200 millones de dólares mientras que las donaciones para el éxodo sirio ascienden a 30.000 millones.
Colombia es el principal país receptor de venezolanos (con 1,2 millón), seguido de Perú, Chile, Ecuador, Argentina y Brasil. En el Caribe, Curazao y Aruba se han convertido en los destinos principales.