El papa Francisco reconoció el martes que las mujeres tienen “reclamos legítimos” para pedir más justicia e igualdad en la Iglesia católica, pero no respaldó llamados más amplios de sus propios obispos para reconocer la “urgencia de un cambio inevitable” para darles más puestos de liderazgo.
Francisco hizo público un documento inspirado por el sínodo de obispos de octubre de 2018 para mejorar el ministerio a los jóvenes católicos hoy en día. La reunión estuvo marcada por demandas de más derechos para las mujeres, y el documento final reclamó la necesidad de tener a mujeres en puestos de toma de decisiones en la institución como “un acto de justicia”.
En el largo texto “Cristo está vivo”, el pontífice no respalda esa conclusión. Afirma que una Iglesia que escucha a los jóvenes debe estar atenta a los “reclamos legítimos” de las mujeres sobre igualdad y justicia y debe formar mejor a hombres y mujeres con potencial de liderazgo.
“Una iglesia viva puede mirar atrás en la historia y reconocer que ha habido autoritarismo masculino, dominación, varias formas de esclavitud, abuso y violencia sexista”,
escribió Francisco.
“Con esta perspectiva, puede respaldar el llamado a respetar los derechos de las mujeres y ofrecer convencida el respaldo para una mayor reciprocidad entre hombres y mujeres, aunque no esté de acuerdo con todo lo que algunos grupos feministas proponen”,
agregó.
El documento, conocido como una exhortación apostólica, cubre un amplio rango de problemas que enfrenta la juventud de hoy en día, destacando que muchos se sienten alejados de la Iglesia católica por sus escándalos sexuales o financieros y están sufriendo indecibles formas de explotación, conflicto y desesperación.