El síndrome de ira al volante es cuando los conductores pierden el control por nervios o por “un mal día” definen los expertos en psicología. Sin embargo, la agresividad al manejar un vehículo se ha convertido en un problema cotidiano.
Los estudios que se han hecho en Estados Unidos, refieren que los ataques de ira generan estrés, pérdida de atención, aumento de fatiga, poca comprensión en el respeto a las leyes del tránsito.
¿Quiénes son más agresivos?
Según un estudio realizado en la Universidad de Temple (Filadelfia) la causa radica en algunos rasgos de la personalidad, y que pueden hacer que hasta la persona más tranquila y educada prácticamente se transforme al ponerse al volante.
Los investigadores determinan que las personas más violentas son las narcisistas y competitivas en el trabajo. A esto hay que sumar el propio estrés al que podemos estar sometidos en el día a día y que dificulta el control de las emociones.