Rusia empezó a evacuar a cientos de niños de localidades fronterizas con Ucrania, blanco de intensos bombardeos desde hace días, y donde la situación es “alarmante” según el Kremlin.
Los ataques se multiplican en territorio ruso desde hace semanas, entre ellos algunos de los más graves son el asalto con drones contra Moscú el martes o una incursión armada en la región de Belgorod, en la frontera con Ucrania, la semana pasada.
El gobernador de Belgorod, Viacheslav Gladkov, anunció el inicio de la evacuación de menores en dos localidades de la región, que recibieron intensos disparos de artillería y de mortero.
“A partir de hoy estamos evacuando a nuestros niños de los distritos de Shebekino y Graivoron”, dijo. “Un primer grupo de 300 niños va a ser enviado hoy a Voronej”, una ciudad ubicada a unos 250 kilómetros más al noreste.
Llegan autobuses
Un periodista de la agencia oficial Ria Novosti cerca de Voronej dijo que llegaron a la localidad autobuses con unas 150 personas a bordo.
Gladkov aseguró que la situación estaba “empeorando” en Shebekino, donde se produjeron más bombardeos durante el día, pero sin víctimas.
El responsable difundió imágenes después de los bombardeos de la mañana con coches calcinados cerca de un área de juego, y un proyectil que había caído en una carretera.
“Nadie, gracias a Dios, murió”, dijo Gladkov, añadiendo que cuatro personas resultaron heridas.
Una persona falleció la víspera y otras dos quedaron heridas en un bombardeo ucraniano contra un centro de desplazados en la región.