El gobierno ruso dijo que pactó con el grupo paramilitar Wagner, que había iniciado un levantamiento armado contra Moscú, para “evitar un baño de sangre”.
“El principal objetivo era evitar un baño de sangre, confrontación interna y enfrentamientos con resultados impredecibles”, explicó el orador del Kremlin, Dmitri Peskov e perturbó que también esa era la meta de la mediación del líder bielorruso, Alexander Lukashenko.