Salamá, Baja Verapaz, se unió esta semana a los municipios en los cuales queda prohibido el uso de productos de plástico y duroport, como una medida para disminuir la contaminación del ambiente.
Según el reglamento publicado el lunes en el diario oficial, las personas individuales o jurídicas, comerciantes o no, tienen seis meses para dejar de usar bolsas y pajillas plásticas, utensilios de duroport u otro polímero de plástico no biodegradable.
Transcurrido ese lapso, se empezarán a imponer multas que alcanzan los Q300 para personas individuales y hasta Q2 mil para las jurídicas que incumplan con la restricción. Tales montos podrían aumentar en un 50 por ciento, en caso de reincidencia.
De acuerdo con la normativa, estas disposiciones no aplican para los productos plásticos o de duroport utilizados en la Construcción y Agricultura, pero las personas que hagan uso de ellos deben procurar su conservación y posibilidad de reuso.
La tendencia
Hasta finales de marzo, 17 municipios habían adoptado la medida.
Uno de los pioneros fue San Pedro La Laguna, en Sololá, que suma ya cuatro años de haber implementado la prohibición.
Otros que tienen una normativa al respecto en ese mismo departamento son San Andrés Semetabaj y Santa Lucía Utatlán, mientras que en Guatemala se han adherido San Miguel Petapa, San Juan Sacatepéquez y Villa Canales.
Por Sacatepéquez figuran Antigua Guatemala, Santa Catarina Barahona, San Antonio Aguas Calientes y Santa Lucía Milpas Altas. Asimismo, por Alta Verapaz: San Juan Chamelco y San Cristóbal Verapaz.
También se ha restringido el uso del plástico en Cantel, Quetzaltenango; Acatenango, Chimaltenango; San Pedro Sacatepéquez, San Marcos, y San Juan Ixcoy, en Huehuetenango.
Por Baja Verapaz están San Miguel Chicaj y el má reciente: Salamá.