Este 4 de febrero se cumplen 47 años de aquella fatídica mañana, que, para muchos, aún continúa en su memoria. A las tres de la mañana con tres minutos y treinta y tres segundos, se produjo el terremoto 7.5 de magnitud, un sismo ondulatorio oscilatorio y superficial. A 160 kilómetros en los Amates Izabal, a cinco kilómetros de profundidad en la falla del Motagua.
A pesar de que nunca se logró establecer plenamente la cantidad de víctimas mortales se presume en más de 23 mil muertos, más de cien mil personas heridas. Además, daños a viviendas e infraestructura incalculables de varios miles de millones de quetzales y más de un millón de damnificados.
Un terrible amanecer donde los hospitales estaban derrumbados, murieron médicos, pacientes, personal de salud. Imposible poder atender a tantos lesionados, los bomberos fueron insuficientes para atender todas las emergencias. Personas atrapadas con vida en edificios como el hotel terminal que de cinco niveles quedó reducido a uno.
Más de 23 mil personas fallecieron a nivel nacional
Según relatos, más de mil fueron enterrados en fosas comunes del sector de XX del Cementerio La Verbena, ubicado en la zona 7 capitalina. Los que tuvieron la suerte de ser identificados, tienen una lápida o una cruz gastada por el paso del tiempo, tal es el caso de las tumbas de María de Bolaños, o Auralina García López.
Otro, cementerio que también quedó marcado por el terremoto, fue el General de la zona 3. Allí, se registraron a poco más de 590 personas que murieron por asfixia por soterramiento y otras causas, sin embargo, se desconoce el número que fue inhumado en fosas comunes para evitar alguna epidemia.
Los alimentos, el agua escaseaban y el primer país que dijo presente con ayuda fue El Salvador, luego principio a llegar más ayuda internacional.
Registros detallan que Chimaltenango fue el departamento más afectado, pues contabilizó cerca de 14 mil muertos.
Muchos no olvidan ese macabro amanecer, ver filas de compatriotas que murieron por ese evento telúrico. Ese amanecer donde todo era escombros marcó la vida de miles de personas.