Los padres de un adolescente que llevó a cabo un tiroteo letal en una escuela del estado de Michigan (noreste) fueron sentenciados a penas de 10 a 15 años de prisión el martes en un caso de fuerte repercusión en Estados Unidos.
Jennifer Crumbley, de 46 años, y su esposo James, de 47, son los primeros padres que van a la cárcel por homicidio involuntario debido a las acciones de su hijo.
La juez Cheryl Matthews, del condado de Oakland los sentenció de “10 a 15 años de prisión” a cada uno.
Su hijo Ethan, que ahora tiene 17 años, fue juzgado como adulto y condenado en diciembre a cadena perpetua por los hechos del 30 de noviembre de 2021, cuando mató a cuatro estudiantes e hirió a siete personas en la escuela de secundaria O0xford High School, a 70 kilómetros al norte de Detroit.
“No se espera que los padres sean adivinos”, dijo Matthews durante la lectura de la sentencia en Pontiac, Michigan, a la que asistieron familiares de las víctimas.
“Estas condenas no son por una mala crianza”, agregó Matthews. “Estas condenas confirman actos repetidos o la falta de acciones que pudieron haber detenido un tren descarrilado que se aproximaba”.
“La sangre de nuestro hijo está en sus manos”, dijo a los dos procesados el padre de una de las víctimas, Justin Shilling.
Alarma
En juicios separados, los Crumbleys fueron acusados de ignorar las advertencias sobre los problemas de salud mental de su hijo.
Jennifer Crumbley testificó durante su juicio que su esposo compró el arma SIG Sauer de 9 mm usada en el ataque, días antes como un regalo anticipado de Navidad para su hijo.
Ella llevó al chico a un campo de tiro el día después de la compra.
Los Crumbleys fueron citados a la escuela el mismo día del tiroteo luego de que una maestra encontrara un “alarmante” dibujo violento en el escritorio de Ethan.
Se les mostró el dibujo y se les advirtió de la necesidad de que el joven estuviera en atención psicológica. Los padres presuntamente se negaron a llevarse su hijo a casa y este volvió a clases.
Más tarde, entró a uno de los baños y salió con el arma que ingresó escondida en su mochila e hizo más de 30 disparos.
En medio de una ola creciente de incidentes con armas de fuego que involucran a jóvenes en Estados Unidos, ha aumentado la presión para castigar a los padres que hacen posible que sus hijos accedan a un arma.
El padre de un tirador en Illinois, acusado del asesinato de siete personas en julio de 2022, se declaró culpable en noviembre por cargos menores y “conducta imprudente” al ayudar a su hijo a conseguir un rifle de asalto usado en el tiroteo.
Por otra parte, una mujer en Virginia, cuyo hijo de seis años disparó e hirió gravemente a un maestro, fue sentenciada recientemente a dos años de prisión por el delito de negligencia infantil y recibió después 21 meses adicionales tras haberse declarado culpable por la obtención ilegal de un arma.