“No es un concierto más”, dijo el tenor ucraniano Dmytro Popov, sobre su actuación del viernes en la Ópera Metropolitana de Nueva York con motivo de la conmemoración del primer aniversario de la invasión rusa de su país.
Es realmente un momento para recordar a la gente que la guerra continua, que debemos ofrecer nuestro apoyo, que tenemos que resolver este problema”, dijo entre dos ensayos el solista de 42 años.
Si no, volverá a ocurrir, una y otra vez”, dice antes de este concierto titulado “Recuerdos y Esperanza”, promovido por la misión permanente de Ucrania ante la ONU y el Lincoln Center de Nueva York.
Demasiadas emociones
Basado en Berlín, el tenor lleva a cabo una exitosa carrera internacional coronada de éxitos, en prestigiosos teatros de la ópera de Londres, Viena o Hamburgo.
Pero este último año, ha sido personalmente muy difícil para él. Unas semanas después del inicio de la invasión rusa, su madre sufrió un ataque y no pudo recibir la asistencia médica que necesitaba.
No hay suficientes medicamentos ni material para curar a los civiles”, cuenta Dmytro Popov, quien finalmente logró trasladar a su madre a Alemania. Ya está de vuelta en su país, cerca de Kiev, cuenta.
La guerra también volvió a sacudir la vida de Dmytro Popov el pasado abril, cuando vio las fotos de su casa de infancia destruida en la región del Donbass, cuando estaba a punto de entrar en el escenario en Londres.
Todos los cantantes de ópera deben controlar sus emociones. Cuando hay demasiadas emociones, no podemos cantar”, explica.
Pero entré en el escenario y canté. Hice mi trabajo porque tengo que ganarme la vida y enviar dinero al ejército ucraniano”, agrega.
Requiem
Elviernes, el solista volvió a controlar sus emociones cuando cantó el Requiem de Mozart, “una oración para nuestros muertos”, dijo. “¡Hay tanta gente que muere cada día y cada noche!”, lamentó.
La monumental 5ª Sinfonía de Beethoven, usada como símbolo por las fuerzas aliadas durante la Segunda Guerra Mundial, está en la parte orquestal del programa.
El Requiem de Mozart es un homenaje a las víctimas inocentes de la guerra y la 5ª de Beethoven una anticipación de la victoria (ucraniana) que viene”, había declarado el director general del MET, Peter Gelb, al anunciar el acto.
El concierto se abrió con el himno nacional ucraniano y concluyó con la “Oración para Ucrania” del compositor ucraniano Valentin Silvestrov. Las entradas se venden a 50 dólares y el MET promueve las donaciones en apoyo a Ucrania.
Dmytro Popov cantará de nuevo esta temporada en el templo neoryorquino en el clásico de Giuseppe Verdi “La Traviata”. Para él, la ópera es la mejor forma de ayudar a su país. Más que empuñar las armas, explicó.
Vale más estar aquí y ser un artista, un artista de gran calidad, para recordar a todo el mundo que vengo de Ucrania y que nuestro país necesita el apoyo de la Unión Europea, de Estados Unidos y de Gran Bretaña”, explicó este tenor que se enfunda encantado la bandera de su país al final de cada representación en Madrid, París o Londres.