Al menos dos personas murieron y miles de personas se quedaron sin electricidad en el este de Estados Unidos, tras las violentas tormentas que azotaron casi la totalidad de la región.
Más de 1.700 vuelos interiores fueron anulados y más de 8.000 sufrieron retrasos el lunes debido a las condiciones meteorológicas.
La lluvia, el viento y el granizo azotaron casi la totalidad de la costa este de Estados Unidos, desde Alabama hasta Nueva York, donde se emitieron alertas por riesgos de tornados.
Un hombre de 28 años murió en Alabama tras ser alcanzado por un rayo en el estacionamiento de un polígono industrial.
Y en Carolina del Sur, un adolescente de 15 años murió tras la caída de un árbol frente a la casa de sus abuelos.
Cerca de 600.000 personas estaban sin electricidad el martes en la mañana en la costa este.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) había previsto un “riesgo moderado” de tormentas peligrosas, con ráfagas de viento de hasta más de 128 km/h.
Algunas regiones aún sufren riesgo de inundaciones, aunque en la mayoría de las zonas, la situación se ha calmado.
El NWS advirtió de un riesgo de crecidas repentinas en Washington y en las ciudades de Arlington y Alexandria. Las tormentas coinciden con las altas temperaturas registradas en el sur de Estados Unidos, concretamente en Texas, Luisiana y Florida, donde se prevé que las temperaturas lleguen este martes a los 42 ºC.
Los científicos aseguran que el cambio climático amplifica la intensidad y la frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos en el mundo.