Con la economía de la isla estancada, su principal socio -Venezuela- en crisis, el endurecimiento de las sanciones estadounidenses y el temor de la población al desabastecimiento de bienes básicos, la nación caribeña apuesta por su capacidad para atraer más turistas a sus costas vírgenes, sus centros de buceo y sus ciudades coloniales.
Obtener divisas y superar los cinco millones de turistas este año se ha convertido en el equivalente moderno a las campañas por el azúcar de la época soviética.
“En el entorno del momento histórico que está atravesando Cuba… estamos asumiendo el papel que nos corresponde para ese movimiento que hace falta de inyección (de divisas) y el desarrollo económico del país”, dijo la delegada del Ministerio del Turismo en la provincia de Matanzas, Ivis Fernández.
Fernández tiene a su cargo una de las provincias más importantes para el turismo pues allí está el balneario de Varadero, un paraíso de dunas a 150 kilómetros de La Habana de translúcidas aguas turquesas.
Varadero tiene ahora una capacidad hotelera de 21.200 habitaciones y espera contar con mil más cada año hasta por lo menos 2024. Sus hoteles se cogestionan con gigantes mundiales como Meliá, Barceló, H10 o Fiesta Americana.
El año pasado llegaron a Cuba 4,7 millones de visitantes, un aumento de 1,3% respecto de 2017.
Canadá, con un millón de turistas, lidera a los emisores seguido por Estados Unidos -a pesar de las sanciones y las tensiones políticas- con 639.000 visitantes y medio millón de cubanos residentes en el vecino país. Les siguen Alemania, Francia, el Reino Unido, Italia, México y España.
La crisis en puerta que ocasionó un notable desabastecimiento -la isla depende de las importaciones para su canasta básica y gasta en ella unos 2.000 millones de dólares anuales- ha traído el recuerdo del Periodo Especial que en los años 90 sumergió a la isla en largos apagones, falta de alimentos y empleos casi exclusivamente estatales.
Con el turismo y el apoyo del petróleo vendido a precios preferenciales por Venezuela, la isla sostuvo su economía durante los últimos 20 años al tiempo que miles de personas salieron del mercado laboral estatal para ofrecer servicios a los viajeros.
Ahora, el sector turístico de la isla tiene condiciones completamente diferentes a las de aquellos años.
Al cierre de abril de 2019 habían viajado a Cuba 1,9 millón de turistas, un 7% más que en el mismo período del año anterior.
Aunque el aumento de turistas es positivo, un porcentaje importante de los que provienen de Estados Unidos lo hacen en cruceros, por lo que son pocos los gastos en tierra.