El director Woody Allen, desterrado de la industria cinematográfica estadounidense, prometió irónicamente el lunes en el Festival de Venecia volver a rodar en su ciudad de Nueva York “si alguien está lo suficientemente loco” como para financiarlo.
Allen acudió a Venecia para presentar su película número 50, “Golpe de suerte”, filmada en París en francés, con actores franceses.
“Golpe de suerte” es presentada fuera de competición en la Mostra, y es la primera película de Allen en lengua no inglesa.
Un maestro
Maestro del humor y de la sátira social, multipremiado, Woody Allen apenas ha trabajado en los últimos años en Estados Unidos, después de que resurgieran las acusaciones de agresión sexual de Dylan Farrow, a quien había adoptado siendo niña junto a su exmujer Mia Farrow.
El escándalo, sin embargo, volvió a resurgir en 2013, cuando Dylan acusó de nuevo a Allen, ya adulta.
Volver
Cuando se le preguntó el lunes sobre la idea de volver a filmar en Nueva York, donde se desarrollan la mayoría de sus películas, Woody Allen bromeó: “Tengo muy buenas ideas para Nueva York, y si alguién sale de la sombra y dice ok, si está de acuerdo en darme el dinero y no entrometerse, ‘¡adelante!”, bromeó.