El Barça está en pleno proceso de búsqueda de un nuevo inquilino para el banquillo. Xavi anunció que lo deja y, desde entonces, los esfuerzos están dirigidos a encontrar un sustituto de garantías que pueda seguir el trabajo iniciado por el actual entrenador y su equipo. La realidad es que no está siendo fácil la tarea que tiene Deco y en el club hay quien aún no ha tirado la toalla con el propio Xavi.
Joan Laporta, con quien Xavi mantiene una gran relación, cercana y amable, le ha trasladado de forma informal, pero también sincera y con determinación, la conveniencia de que cumpla el año de contrato que aún tiene firmado. Lo ha hecho en más de una ocasión y, de hecho, no ha sido el único. También el vicepresidente deportivo, Rafa Yuste, ha expresado personalmente al técnico blaugrana la idoneidad de su continuidad en el proyecto.
Obviamente, no todo el mundo piensa de la misma manera en la cúpula dirigente del Barça, pero si Xavi decidiera cambiar de opinión y seguir, tendría las puertas abiertas para hacerlo porque tanto Joan Laporta, presidente, como Rafa Yuste, vicepresidente deportivo, estarían encantados de que así fuera.
Y es así por varias razones, pero, sobre todo, una fundamental: están muy satisfechos con el trabajo que ha realizado y sigue realizando al frente de la primera plantilla. Saben, porque así lo expresan los futbolistas, que el vestuario está entregado a él y que entre todos han sabido formar una piña, aislándose del ruido externo, pero también interno. Además, conoce la casa de sobras y las dificultades por las que atraviesa la entidad a nivel económico, lo que supone un freno para el proyecto deportivo.