Policías de Zimbabue armados con fusiles AK-47 detuvieron el miércoles a un importante activista y pastor, siendo uno de más de 600 arrestos realizados como parte de una dura represión contra las protestas por el aumento en los precios del combustible en el país.
En un crudo testimonio de los hechos, la Asociación de Médicos por los Derechos Humanos de Zimbabue dijo por la noche que había atendido 68 casos de heridas de bala y más de 100 casos de “agresiones con objetos punzantes, botas y porras”, entre otras cosas. También notaron mordidas de unidades caninas y que algunos pacientes fueron “llevados en una condición grave” a la corte.
El ministro de seguridad Owen Ncube anunció las detenciones en televisión y agradeció a las fuerzas de seguridad por “mantenerse firmes” ante los disturbios más graves que el país ha tenido desde la violencia postelectoral registrada en agosto.
El presidente Emmerson Mnangagwa denunció lo que llamó “una violencia sin sentido y destrucción cínica”. Mencionó el derecho a protestar y dijo que comprende el “dolor y la frustración”, pero pareció inclinarse a favor de culpar a la oposición por los disturbios.
Algunos residentes hambrientos de Harare reportaron haber sido rociados con gas lacrimógeno por la policía cuando salían por pan.
El pastor Evan Mawarire llevaba una Biblia en la mano cuando la policía lo metió en un auto en la capital. En 2016, Mawarire organizó protestas que se extendieron en todo el país contra la mala gestión del gobierno y la permanencia en el poder del entonces presidente, Robert Mugabe.
“Lo acusan de incitar a la violencia a través de Twitter y otras redes sociales”, dijo Beatrice Mtetwa, abogada del pastor.
Hubo reportes de violencia en diversas partes de Zimbabue, en el tercer día de protestas contra lo que se ha convertido en la gasolina más cara del mundo.
La empresa de telecomunicaciones más grande de la nación, Econet, informó a sus clientes que el gobierno le obligó a cancelar el servicio de internet.
“El asunto está fuera de nuestro control”, manifestó. El servicio regresó horas más tarde, pero las redes sociales fueron bloqueadas.