Una semana después del desplome de la presa de una mina en el estado brasileño de Minas Gerais, decenas de personas se presentaron para recordar a las 110 víctimas que murieron y las 238 que siguen desaparecidas.
Una ceremonia se llevó a cabo en la zona de desastre alrededor de la 1 de la tarde, hora en que la presa se desplomó hace una semana desatando un torrente destructivo de lodo rojizo.
Las retroexcavadoras dejaron de escarbar en el lodo y todos los que buscaban personas entre los residuos de la mina voltearon a ver el cielo cuando 10 helicópteros de los bomberos y la policía soltaron pétalos sobre la mina de mineral de hierro.
Un sacerdote también ofreció una breve misa frente a una alta cruz rosa que había sido enterrada en el lodo.
“Está totalmente devastado, parece que hubo una guerra”, dijo Edvan Cristi, de 23 años, quien perdió a amigos que trabajaban en la mina.
Una vocera del Departamento de Bomberos de Minas Gerais dijo tras la ceremonia que las autoridades no detendrían la búsqueda de cadáveres a pesar de que ninguna víctima había sido encontrada con vida desde el sábado.
El viernes, las operaciones parecían iniciar una nueva fase cuando los bomberos comenzaron a excavar el lodo con maquinaria pesada. Hasta entonces, los esfuerzos estaban enfocados a encontrar cuerpos más cerca de la superficie y no se utilizaban retroexcavadoras.
Los relaves, que contienen niveles tóxicos de óxido férrico, cubrieron 252 hectáreas (623 acres) de la ciudad adyacente de Brumadinho y el río Paraopeba.
Vale SA, la compañía que dirigía y operaba la presa, dijo que los residuos no contenían niveles elevados de metales, pero los expertos argumentan que el impacto medioambiental puede ser irreversible.
Las autoridades y grupos ambientalistas han comenzado a analizar la calidad del agua alrededor de la mina, mientras que las autoridades estatales y federales pidieron a los residentes abstenerse de utilizar agua directamente del río Paraopeba o 100 metros (109 yardas) a su alrededor.
El Paraopeba fluye al caudaloso río Sao Francisco, que también podría estar contaminado.
Una marcha pacífica se realizará más adelante en el día en la ciudad de Brumadinho, en donde colapsó la presa.