Los cardenales que asisten a la cumbre del papa Francisco para la prevención de abusos sexuales por parte del clero exhortaron el viernes a crear una nueva cultura de rendición de cuentas dentro de la Iglesia católica, a fin de sancionar a los obispos y superiores de órdenes religiosas que no sean capaces de proteger a sus feligreses de los curas depredadores.
En la segunda jornada de la cumbre extraordinaria de jerarcas eclesiásticos, el debate se enfocó en reconocer que la crisis de abusos sexuales en la Iglesia se agravó por décadas de encubrimiento, secreto y miedo al escándalo.
“Debemos arrepentirnos y hacerlo juntos, de manera colegiada, porque hemos fallado en el camino”, dijo el cardenal de Mumbai, Oswald Gracias. “Debemos pedir perdón”.
El cardenal de Chicago, Blase Cupich, dijo a los 190 asistentes que se necesitan nuevos procedimientos legales para denunciar e investigar a los superiores católicos cuando sean señalados de cometer abusos o de ser negligentes cuando otros los cometen.
Dijo que en cada paso del proceso deben intervenir expertos laicos, porque la feligresía católica conoce mucho mejor que los sacerdotes los traumas provocados por el abuso sexual y su encubrimiento.