Los manifestantes suspendieron las conversaciones con el Ejército durante el fin de semana, afirmando que su negociador jefe era demasiado cercano a Al Bashir, y habían prometido nombrar un consejo civil en una marcha masiva.
Pero las tensiones parecían haberse mitigado. Ambas partes se reunieron el miércoles y el consejo anunció más tarde la renuncia del teniente general Omar Zain al-Abdin, que lideraba las conversaciones con los manifestantes, y otros dos funcionarios.
“El ambiente de la reunión fue muy positivo y espero que concluyamos el asunto muy pronto”, dijo Ahmed Rabie, líder de la Asociación de Profesionales Sudaneses, que ha organizado durante cuatro meses las protestas que expulsaron a Al-Bashir.
Los manifestantes temen que el Ejército, dominado por personas nombradas por Al-Bashir y que incluye a miembros veteranos del movimiento islamista que instigó el Golpe de Estado de 1989, se aferre al poder o nombre a otro general en su lugar.
El Ejército ha dicho estar comprometido con entregar el poder a un gobierno civil en dos años y está en conversaciones con todas las facciones políticas.