Restos de un asentamiento romano de casi 2.000 años de antigüedad fueron descubiertos por constructores en Newington, Kent, Reino Unido la semana pasada. El hallazgo fue hecho por los obreros mientras preparaban un área de un poco más de 7 hectáreas para un proyecto de vivienda.
En el lugar se encontraron monedas raras, cerámica, joyas, además de un camino de 7 metros de ancho y restos de un antiguo templo romano.
La autopista junto a la cual tuvo lugar el descubrimiento se construyó sobre un antiguo e importante vía romana que unía Londres con la ciudad de Canterbury. El hallazgo demostró que esa antigua vía no sería la única importante en la zona y el equipo está interesado en rastrear a dónde conduce el camino recién encontrado, ya que podría “conectar a otro templo hallado hace 50 años”.
Los romanos ocuparon Gran Bretaña durante su expansión por Europa después de iniciar en el año 43 d. C. una invasión del territorio de las tribus celtas entonces asentadas en lo que hoy es Reino Unido. Allí permanecieron por aproximadamente 400 años.