En una conferencia de donantes celebrada el martes en Berlín, Natalia Gavrilita señaló que su país da cobijo a unos 100.000 refugiados, alrededor de una cuarta parte de los que entraron al país desde finales de febrero.
Moldavia, con una población de 2,5 millones de habitantes, ha tratado de ofrecerles condiciones dignas gracias a una “movilización sin precedentes” de los sectores público y privado, apuntó Gavrilita.
Pero “hacer frente a este flujo es uno de los mayores desafíos que ningún gobierno moldavo ha enfrentado en las tres últimas décadas”, añadió.
Además de soporte financiero, Moldavia necesita ayuda para construir interconectores eléctricos con Rumanía. Gavrilita pidió a la Unión Europea que abra su mercado a las importaciones agrícolas de su país mientras se aleja de la órbita rusa.