Un fuerte terremoto de 7,3 grados de magnitud golpeó este sábado el este de Japón y se notó con fuerza en Tokio, Fukushima, Miyagi y otras áreas, sin que las autoridades niponas activaran por el momento la alerta de tsunami. El temblor habría dejado decenas de heridos.
La Agencia Meteorológica de Japón ha indicado que el sismo tuvo su epicentro a unos 60 kilómetros (37 millas) debajo del lecho marino.
El primer ministro nipón, Yoshihide Suga, señaló que pese a la fuerza del terremoto “no se observó riesgo de tsunami, no se han detectado anormalidades en plantas nucleares ni hay por el momento constancia de que haya un número elevado de víctimas”, en una comparecencia ante los medios.
El Ejecutivo nipón convocó una reunión de emergencia con motivo del terremoto y “permanece en contacto con todas las autoridades relevantes y tomando las medidas necesarias para proteger las vidas de los ciudadanos”, afirmó Suga.
Tanto en Fukushima como en la colindante Miyagi, en la costa noreste de Japón, el terremoto alcanzó el nivel de seis alto en la escala japonesa, con un máximo de siete y más centrada en las zonas afectadas que en la intensidad del temblor.
Otras prefecturas de la costa oriental y del centro de Japón se vieron también sacudidas con fuerza por el temblor, entre ellas la capital, donde se alcanzó el nivel 4 de la escala nipona.
La Agencia Meteorológica de Japón (JMA, por sus siglas en inglés) señaló que el seísmo podría causar un leve aumento del nivel del mar, aunque no se ha activado la alerta de tsunami.
La JMA señaló que el seísmo podría causar un leve aumento del nivel del mar pese a que no se llegara a activar la alerta de tsunami.
El terremoto de este sábado se produjo en una zona próxima al epicentro del de marzo de 2011, el cual se originó a menor profundidad, alcanzó los 9,1 grados de magnitud y causó un tsunami que arrasó el noreste de Japón y desencadenó el accidente nuclear de Fukushima Daiichi.
El Gobierno de Japón ha conformado “un equipo de emergencia” para recopilar la información y coordinarse con las autoridades locales “con la prioridad de salvar a posibles víctimas”, señaló en una comparecencia ante los medios el portavoz del Ejecutivo Katsunobu Kato.
La compañía energética Tokyo Electric Power (TEPCO) señaló que no se han observado “anormalidades significativas” en los niveles de radiación en las plantas de Fukushima Daiichi y Daini, que se encuentran inactivas y en proceso de desmantelamiento a raíz del terremoto y el tsunami de marzo de 2011.
Tampoco se han detectado daños en otras nucleares ubicadas en otras zonas afectadas, según la cadena estatal NHK.
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