No sólo la deportación viene a ser un impacto para los migrantes guatemaltecos, a esto se suma la discriminación y daños a su salud mental, así lo detalla un informe de una universidad de los Estados Unidos.
El retorno significa, enfrentar deudas y volver a encontrar el mismo escenario con el que partieron. El informe detalla que sólo un 30% logra encontrar un empleo, pero la discriminación es otro de las barreras a las que se enfrentan.
El 25 por ciento de las personas que nosotros entrevistamos entre 1 y 3 meses después de ser deportados, reportaron que fueron discriminados en el mercado laboral.
Esta discriminación tiene dos fuentes, la primera infundada y la segunda fundada. Es decir en la infundada, es la estigmatización del retornado como un criminal, menos del 10 por ciento de los que encuestamos, en algún momento fue detenido por alguna falta o crimen en Estados Unidos, otro dato que respalda la discriminación contra los migrantes es que el 62 por ciento de los migrantes con tatuajes, reportaron que fueron discriminados.
En la parte fundada es que muchos empleadores deciden no darle el trabajo a alguien que piensan que no se quedará en ese trabajo por bastante tiempo”, detalló Diego José Romero, investigador de la universidad Duke Carolina del Norte EE.UU.
Pero, otro elemento que se ve afectado es la salud mental de cada migrante.
La salud mental es como una especie de re trauma para las personas que han migrado, el 80 por ciento de las personas que entrevistamos reportan un problema de comportamiento como por ejemplo ataque de ira o sentirse abrumados con tareas pequeñas”, dijo el investigador.
El entrevistado expresó que hay muy poca o nula atención de salud mental en nuestro país Guatemala, no solo para la población en general, o en específico para los migrantes retornados.
La falta de acceso a alimentos eleva el interés de migrar