La inusual confluencia de sesiones paralelas ocurre justo cuando se intensifican las tensiones entre Estados Unidos e Irán. Los legisladores le han advertido al gobierno que no puede declararle la guerra a Irán sin su consentimiento, y la cantidad de audiencias refleja la ansiedad, tanto de demócratas como republicanos, hacia la errática política oficial en el Medio Oriente.
Trump, oscilando entre retórica belicista y tono conciliatorio, el lunes amenazó con atacar a Irán “con gran fuerza” pero al mismo tiempo dijo estar dispuesto a negociar.
En los últimos días Estados Unidos ha enviado portaviones y otros recursos militares a la región del Golfo Pérsico y ha evacuado a parte de su embajada en Irak, denunciando supuestas amenazas iraníes.
Las sesiones en el Congreso serán con el secretario de Estado Mike Pompeo, el secretario de Defensa interino Patrick Shanahan y otros jerarcas militares como el jefe del estado Mayor, Joseph Dunford, a las comisiones tanto del Senado como de la Cámara de Representantes.
Sin embargo, los demócratas en la cámara baja, sumamente escépticos ante las declaraciones de los allegados de Trump — y recordando lo que ocurrió en la antesala de la invasión a Irak en el 2003 — invitaron al ex director de la CIA John Brennan y a la ex funcionaria del Departamento de estado Wendy Sherman, quien negoció el acuerdo nuclear con Irán.
Brennan, un enfático crítico de Trump, no tiene programada una audiencia oficial pero está dispuesto a responder preguntas sobre Irán, tanto para demócratas como republicanos, dijo una fuente allegada. Añadió que su intención es dar información objetiva e imparcial.
Los demócratas sostienen que Trump agravó la situación al ordenar la abrupta salida de Estados Unidos del acuerdo negociado con Irán, un complejo arreglo negociado junto con otros países bajo la presidencia de Barack Obama bajo el cual Irán limitaría sus actividades nucleares a cambio de un alivio de las sanciones.