Tras ser despojado de sus siete títulos del Tour de Francia, ahora el estadounidense es acusado de “doping tecnológico”.
Por años Lance Armstrong fue una leyenda viva del ciclismo, luego de ganar siete veces consecutivas el Tour de Francia. Todo se derrumbó en 2012 cuando el estadounidense fue acusado de dopaje sistemático por la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA) que decidió quitarle los siete títulos y suspenderlo de por vida.
Ahora el ex ciclista vuelve a estar en el ojo del huracán tras ser acusado de “doping tecnológico” por utilizar un motor en su bicicleta.
“Lance Armstrong es la mayor estafa. Con complicidad a todos los niveles. Recibió un trato especial. Muchos me dijeron que no debía abordar las leyendas, que me iba a encontrar solo. Pero si las leyendas se sustentan en algo… también creo que tenía un motor en la bicicleta”, aseguró Jean-Pierre Verdi, exjefe de la Agencia Antidopaje de Francia.
En conversación con el periódico Le Parisien, el autor del libro “Dopaje: mi guerra contra los tramposos”, donde ya había denunciado la posible trampa de Armstrong, recuerda un episodio vivido en el Tour de Francia.
“Todavía tengo las imágenes en la cabeza de una etapa de montaña donde dejó a todo el mundo en el suelo. Al final de la etapa, llamé a todos los especialistas que conozco y no entendían cómo era posible su rendimiento. Algo andaba mal y todos los especialistas me decían lo mismo”, dijo Verdi, según recoge Marca.
Quien también sospechó del impresionante nivel del deportista estadounidense, fue el periodista Antoine Vayer, quien analizó videos de la competencia y observó detenidamente el comportamiento de Armstrong.
Vayer, quien por dos décadas cubrió la competencia francesa, identificó un movimiento que el estadounidense solía hacer en reiteradas ocasiones: cuando tocaba la parte trasera de su asiento, aumentaba su velocidad de forma inmediata.
En 2017 ya se habían detectado este tipo de motores ocultos en las bicicletas, por lo que la acusación contra Armstrong tiene sustento.
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