Mientras Argentina sigue empecinada en opacar a Lionel Messi, Brasil implora por la recuperación de Neymar.
En los últimos ensayos formales antes de la Copa América, dos de los máximos aspirantes al trofeo continental dejaron más interrogantes que respuestas correctas, al igual que la mayoría de los seleccionados sudamericanos, con excepción de Uruguay.
Argentina perdió 3-1 con Venezuela, la derrota más abultada ante ese rival en la historia, y le ganó 1-0 a Marruecos, pruebas en las que empeoró patologías de larga data y sumó otras nuevas.
Messi volvió a ponerse la casaca de su país ante la Vinotinto después de una separación de nueve meses desde la tormentosa eliminación ante Francia en los octavos de final del Mundial de Rusia. El capitán decidió poner fin al descanso, del cual nunca dio una explicación pública, para sumarse a una selección renovada al mando de Lionel Scaloni, un entrenador sin experiencia previa como tal que fue designado en forma interina tras el despido de Jorge Sampaoli y luego confirmado en el cargo pero hasta la Copa América.
Como ya se ha vuelto costumbre en la Albiceleste, Messi terminó con la cabeza gacha ante Venezuela en Madrid. Con unas pocas jugadas, la Pulga se destacó en un equipo que sigue sin libreto y que cuenta con menores calidades individuales respecto a la generación de futbolistas que jugaron las dos últimas finales continentales en 2015 y 2016.
Brasil empató 1-1 con Panamá y venció 3-1 a la República Checa tras un primer tiempo considerado probablemente como de lo peor que se le vio al mando de Tite.
El pentacampeón mundial también atraviesa un período de renovación —menos de la mitad de los jugaron en Rusia siguen en el plantel — que inevitablemente afecta el funcionamiento colectivo.
Brasil no pudo doblegar a Panamá
A diferencia de los dos gigantes sudamericanos, Uruguay goleó 3-0 a Uzbekistán y 4-0 a Tailandia por la China Cup que obtuvo por segunda vez.
Esos triunfos le permitieron a la Celeste cortar una racha de cuatro derrotas consecutivas en amistosos (Corea del Sur, Japón, Brasil y Francia) y sobreponerse a las ausencias obligadas por lesión de sus dos máximas figuras, Luis Suárez y Edinson Cavani. Se espera que los dos estén en la Copa América.
Chile, bicampeón continental, cayó 3-1 con México y luego empató 1-1 con Estados Unidos.
En el debut del portugués Carlos Queiroz en la banca, como reemplazo del argentino José Pekerman, Colombia superó 1-0 a Japón y cayó 2-1 ante Corea del Sur, derrota que tuvo al guardameta Iván Arboleda como cómplice de los goles en contra.
Perú le ganó 1-1 a Paraguay, pero luego sufrió una inesperada derrota 2-0 ante El Salvador, considerada la peor actuación bajo la conducción del argentino Ricardo Gareca.
Ecuador no festejó goles y dejó una pálida imagen en la gira por Estados Unidos. Perdió con el anfitrión 1-0 e igualó sin goles ante Honduras.
El estreno del argentino Eduardo Berizzo al frente de Paraguay no fue prometedor. Derrota 1-0 ante Perú y luego México lo goleó 4-2.
Después de su resonante victoria sobre Argentina, Venezuela sucumbió 2-1 ante Cataluña, que no ganaba desde 2013.
En tanto, Bolivia mostró una pálida actuación al caer ante Corea del Sur y Japón, ambos por 1-0. El técnico Eduardo Villegas asumió la conducción en febrero pasado para afrontar la Copa América y las eliminatorias al Mundial de Qatar 2022. Es el séptimo técnico desde 2014, tres de ellos interinos.