Lo que empezó como una campaña online de recaudación de fondos para usar en el muro que Donald Trump quiere construir en la frontera con México dio paso a la creación de una fundación cuyos miembros se proponen construir ellos mismos el cerco.
La campaña “We the People Will Build the Wall” (Nosotros, el pueblo, vamos a construir el muro), iniciada por un veterano de la Fuerza Aérea Brian Kolfage, que sufrió tres amputaciones, recaudó más de 20 millones de dólares desde que fue lanzada en diciembre. Liberales y otros sectores criticaron la iniciativa, que se mantuvo después de que el Congreso le negó a Trump los miles de millones de dólares que pedía, luego de la paralización parcial del gobierno más larga de la historia. Y la campaña ya recibió casi 350.000 donaciones.
Kolfage y otros partidarios de Trump montaron ahora una corporación sin fines de lucro, We Build the Wall Inc., cuya junta directiva incluye al ex secretario de estado de Kansas Kris Kobach, un firme propulsor de una línea dura hacia la inmigración ilegal que asesoró a Trump. Kobach pasó varios días recientemente en el sur de Texas, recorriendo la frontera y hablando con propietarios de tierras por donde pasaría el muro.
Resta por verse si una entidad privada puede construir semejante muro. Hay numerosos obstáculos legales y ambientales que han demorado las obras del gobierno, por más que tenga el poder de confiscar tierras y ser eximido de cumplir ciertas leyes por cuestiones de seguridad nacional.
La organización admite que hay obstáculos. Pero Dustin Stockton, uno de los líderes del grupo, dijo que cree que podrían construir algo “en cuestión de meses, no años”.
“Hablamos con varias personas que hace cinco o seis años no estaban interesados en un muro y que cambiaron de parecer por lo que están viendo que pasa en sus tierras”, afirmó Stockton, quien no quiso identificar a esas personas. Pero aseguró que le dijeron que la inseguridad en sus tierras había aumentado.
Expertos en la frontera se muestran escépticos.
“Si hay un propietario de tierras que quiere construir un muro en su propiedad y está bastante cerca de la frontera, supongo que pueden convencerlo de que los dejen construir en sus tierras”, dijo Efren Olivares, abogado del Proyecto de Derechos Civiles de Texas, que organiza a los propietarios de tierras que se oponen al muro. “Es algo bastante absurdo, que no va a cumplir ningún objetivo”.
Lo recaudado hasta ahora “es una suma ínfima comparado con el costo de cualquier muro significativo en la frontera”, manifestó Reece Jones, profesora de la Universidad de Hawai y autora del libro “Violent Borders” (Fronteras violentas).
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza está trabajando en la construcción de 53 kilómetros (33 millas) de muros y vallas nuevas en el valle del río Bravo (Grande en Estados Unidos). La construcción fue financiada por el Congreso en marzo. Hasta ahora el gobierno ha asignado 313 millones de dólares para la construcción de 22,5 km.