En Centroamérica la migración de niños es un tema constante, tanto para los que viajan acompañados como para los que lo hacen solos. Desde el año pasado, una nueva crisis migratoria puso al istmo en la mirada del mundo, cuando miles de centroamericanos decidieron partir de sus países de orígen en bloque, para alcanzar el sueño americano. La mayoría se quedaron en México con un permiso de trabajo.
El 2019 arrancó con una nueva caravana, el 15 de enero miles de hondureños decidieron salir de San Pedro Sula, rumbo al país del norte a donde esperan llegar, pese a las amenazas del gobierno estadounidense. Días después se unió un grupo de salvadoreños, con la misma intención.
De acuerdo a los registros de control migratorio de Guatemala, entre el grupo viajan 326 menores acompañados, quienes cuentan con un permiso del país, sin embargo hay una cantidad indefinida de menores no acompañados que ponen en riesgo su vida para huir o buscar mejores oportunidades de vida, así lo indica Haroldo Oquendo, representante legal de la Comisión Nacional Contra el Maltrato y Abuso Sexual Infantil, (CONACMI).
Oquendo puntualiza que los menores no acompañados continúan viajando por las siguientes razones:
- Reunirse con sus familias en Estados Unidos
- Para mejorar sus condiciones económicas
- Para escapar del maltrato físico o sexual.
Pero lejos de cumplir de manera satisfactoria sus intenciones, los menores que viajan a Estados Unidos se enfrentan a consecuencias graves en el trayecto, entre ellas la pérdida del derecho a la salud y la educación. Y en los menores no acompañados el problema empeora, asevera el entrevistado, debido a que además de perder ambos derechos básicos se exponen a la violencia; debido a que pueden encontrar redes de trata o explotación laboral o sexual, o que los integren a actividades delictivas, indicó.
915 menores centroamericanos han hecho solicitud de visita por razones humanitarias en México.
El Instituto Nacional de Migración (Inami) de México ha recibido cuatro mil 511 solicitudes de visitantes por razones humanitarias, de estas se contabilizan 915 de niñas, niños y adolescentes migrantes: 786 de Honduras, 66 de Guatemala, 49 de El Salvador y uno de Haití.
El fin de semana la caravana de Migrantes dejó Chiapas para llegar a Oaxaca.