Crímenes y hallazgos aberrantes consternan y preocupan a la población guatemalteca; debido a que con frecuencia se reportan cuerpos abandonados en la vía pública, con señales de violencia.
¿Es el mensaje de la muerte que dejan las estructuras criminales para sus rivales, marcar su territorio o castigar a cualquier integrante que cometió un error? Entre enero y septiembre, el Ministerio Público (MP) registra la localización de 53 cuerpos con señales de violencia y de acuerdo con Bomberos Voluntarios; cada dos semanas atienden emergencias en las que reportan bultos extraños en la vía pública, y que confirman que son personas fallecidas con señales de violencia.
Muchos de estos cuerpos se hallan amarrados de pies y manos, con torniquetes en el cuello, envueltos en plástico y sábanas; o en el interior de maletas. Sólo entre el 6 y 21 de septiembre se reportó el hallazgo de cinco personas en estas condiciones.
Uno de los casos que llamó mucho la atención, ocurrió el pasado 6 de septiembre cuando autoridades encontraron un cuerpo decapitado en la ruta de Mixco a Ciudad Quetzal; mientras que la cabeza la dejaron en una hielera.
Pero ¿Qué hay detrás de estas mentes criminales? ¿Existen localidades de mayor incidencia? Esto dicen los expertos.