Las exportaciones chinas cayeron en septiembre, según los datos publicados este viernes, pero a un ritmo más lento de lo esperado por segundo mes consecutivo, lo que da la esperanza de que la segunda economía del mundo esté experimentando cierta estabilidad después de titubear durante todo el año.
El gobierno ha adoptado recientemente medidas para impulsar la actividad económica afectada por una importante crisis inmobiliaria y un consumo doméstico más débil desde que China abandonó su estricta política contra el Covid-19 el año pasado.
Las exportaciones, que sirven como motor de crecimiento clave, también descendieron un 6.2 por ciento interanual en septiembre, más lento que el pronosticado por los economistas en un sondeo de Bloomberg.
Se trata de una mejoría con respecto a la caída del 8.8 por ciento en agosto, que también fue mejor de lo previsto.
Importaciones
Las importaciones, por su parte, también descendieron un 6.2 por ciento, en comparación con el 7.3 por ciento en agosto y la previsión del 6.3 por ciento.
Las cifras se adelantan a la publicación de los datos de crecimiento económico del tercer trimestre de la próxima semana.
Sin embargo, la inflación se estancó en septiembre, según otros datos revelados este viernes.
El índice de precios al consumidor (IPC) llegó al 0 por ciento el mes pasado, informó la Oficina Nacional de Estadística (NBS).
China entró en deflación en julio por primera vez desde 2021, pero se recuperó modestamente en agosto.
En cambio, los analistas advirtieron de que una recaída en los próximos meses todavía era posible.
Con información de la agencia de noticias AFP