Tras concluir la primera participación del Papa Francisco, en la XXXIV Jornada Mundial de la Juventud en Panamá, llevada a cabo en la ciudad capital, miles de feligreses se aglomeraron con la esperanza de ver al sumo pontífice o tener la oportunidad de saludarlo.
Un grupo de jóvenes guatemaltecos, con mucha astucia, logró llamar poderosamente la atención de su santidad, quien como ya es habitual rompió el protocolo de seguridad para acercarse a saludarlos. Al acercarse, el Papa recibió como obsequio un tradicional sombrero típico de Esquipulas. Con una sonrisa se los puso y por un momento se sintió protegido del sol abrasador de Panamá.
Los sombreros de Esquipulas forman parte de la identidad religiosa del guatemalteco pues pertenecen al lugar denominado capital centroamericana de la fe.
Uno de los participantes de dicho grupo, Cristian Aguirre, dio a conocer que en su peregrinación hacía Panamá, pasaron por Chiquimula para visitar la Basílica de Esquipulas, en donde compraron el sombrero típico, con la esperanza de poder entregárselo al Pontífice. Sin imaginar que podría no solo entregárselo, si no también estrechar su mano.
Para el próximo viernes, el Papa continuará con su agenda programada, en donde se tiene previsto una liturgia penitencial con los jóvenes presos en el Centro de Cumplimiento de menores Las Garzas de Pacora y se espera concluya su itinerario con un Viacrucis con los jóvenes en el campo Santa María la Antigua.
La llegada de su santidad a Panamá es la primera visita a Centroamérica y a concentrado a miles de jóvenes de diferentes nacionalidades, principalmente de la región, quienes participan en el Festival de la Juventud “Alégrate”.