Para la mayoría de la gente, las primeras canas comienzan a aparecer a partir de los 35 años. Sin embargo, no es raro ni poco común encontrar a algunos veinteañeros que ya exhiben un cabello ligeramente grisáceo.
Los motivos pueden ser genéticos, relacionados a algunos hábitos, o hasta ambientales. Quien tiene cabellos blancos antes de los 30 años probablemente carezca del gen IRF4, una alteración que hace que las canas aparezcan de manera precoz.
Ese gen es responsable de regular la producción de melanina y, por lo tanto, de dar color al pelo. La alteración genética, cabe recordar, no significa ningún riesgo a la salud.
Además de la genética, hay algunos factores externos que pueden ser responsables del pelo blanco en personas más jóvenes. Algunos estudios ya comprobaron que problemas emocionales como el estrés, así como la contaminación ambiental o la exposición prolongada a los rayos solares pueden ocasionar el blanqueamiento del cabello.
También lo pueden provocar la mala alimentación y las enfermedades vinculadas a la tiroides. En términos generales, las mujeres tienden a tener canas aproximadamente cinco años más tarde de lo que lo hacen los hombres.
En personas caucásicas, las canas suelen surgir entre los 35 y 45 años, mientras que en los asiáticos se comienza a notar el cambio a partir de los 45 y en las personas de raza negra después de los 55 años.