La pandemia del nuevo Coronavirus llevó al mundo a agregar un accesorio más en las prendas de uso cotidiano: la mascarilla.
Lo que antes se podía conseguir fácilmente en una farmacia, se ha convertido en un producto sumamente codiciado y hasta escaso.
La necesidad de protección llevó a muchas personas en el mundo a buscar maneras de confeccionar mascarillas en su casa, a través de un tutorial, pero cuál es la textura que mejor nos protege contra el COVID-19.
Efectivamente el algodón es el material más utilizado para hacer mascarillas de tela, pero en un estudio reciente investigadores estadounidenses examinaron la eficiencia de varias telas comunes como algodón, seda, gasa, franela y distintos tejidos sintéticos.
Los científicos descubrieron que múltiples capas de una mezcla de telas (como algodón-seda, algodón-gasa, algodón-franela) funcionan mejor.
Según ellos es posible que el mejor rendimiento de los “híbridos” se deba al efecto combinado de la filtración mecánica, en el caso de algodón, y electrostática, propia para ciertos tipos de gasa y seda natural. Juntos estos dos factores tienen más potencial para proteger contra partículas de aerosol de tamaño propio para los virus y gérmenes.
Según el mismo estudio también es importante colocar la mascarilla de forma correcta. Si la cubierta de tela está mal ajustada dejando que se formen huecos, la eficiencia de filtración puede disminuir en más de un 60 %.