Mientras muchos cristianos se preparan espiritualmente para recibir la Semana Santa, los grupos de extorsionistas aprovechan la víspera para reinventar un cobro extra a los transportistas, que se conoce como el “bono de verano”, “bono de Semana Santa” y ahora también le dieron el nombre del “bono del pescado”.
Edgar Guerra, defensor del usuario de transporte público de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), indicó que estos grupos exigen montos que van desde Q500.00 Q1,500.00 hasta Q2,000.00 por cada unidad. “Estamos hablando de si una ruta tiene 20 autobuses, sacamos la cuenta ya son cantidades mayores las que tienen que pagar, incluso son millones, más de Q300 millones que se pagan”, señaló.
Según Guerra, el “bono del pescado” representa un golpe duro para las familias de los transportistas afectados pero también a los usuarios porque al final son quienes pagan las extorsiones debido a que se registra el incremento al costo del pasaje para cubrir estos pagos, situación que debe ser inspeccionada por la Dirección General de Transporte (DGT), puntualizó.
Es tan tradicional como la semana santa”
Incremento de amenazas y ataques
“El bono del Pescado o de Verano” es el responsable del incremento de amenazas y ataques contra los trabajadores del transporte. Según la PDH, los días previos a Semana Santa, las denuncias sobre entrega de teléfonos y llamadas para exigir la cuota y los ataques armados se incrementa en 30%.
El 85% de las rutas de transporte son asediadas por los extorsionistas indica Guerra, y en la lista de las más afectadas continúan la 36, 37, 40R, 203 y 204, las rutas 10, 70 y 63.