El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu se resistió el viernes a la creciente presión de Estados Unidos para que ordene una “pausa humanitaria” en la guerra, con el fin de proteger a los civiles y permitir que llegue más ayuda a Gaza.
Netanyahu insistió en que no habrá un alto del fuego temporal hasta que los aproximadamente 240 rehenes detenidos por Hamás sean liberados.
El secretario de Estado estadounidense Antony Blinken realizó su tercer viaje a Israel desde que comenzó la guerra; reiterando el apoyo de Washington a la campaña del gobierno israelí para aplastar a Hamás después de su brutal ataque del 7 de octubre en el sur de Israel.
También hizo eco de los llamados del presidente Joe Biden a que haya un breve cese de los combates para abordar una crisis humanitaria cada vez más grave.
Muertes palestinas van en aumento
Mientras tanto en Palestina ha aumentado la alarma por la espiral de muertes y la creciente miseria de los civiles tras semanas de bombardeos israelíes y un ataque terrestre cada vez más amplio; el cual genera el riesgo de causar víctimas aún mayores.
Los hospitales abrumados dicen que están al borde del colapso, y los medicamentos y el combustible se están agotando bajo el asedio israelí.
Aproximadamente 1,5 millones de personas en Gaza, o el 70% de la población, han huido de sus hogares, indicó el viernes la ONU.
Después de conversar con Netanyahu, Blinken dijo que era necesaria una interrupción temporal en la ofensiva para impulsar las entregas de ayuda y las acciones para lograr la liberación de los rehenes capturados por Hamás durante su incursión hace casi un mes.
Con información de AP**