Italia y Grecia relajaron el domingo algunas de las restricciones impuestas para combatir la propagación del COVID-19, justo antes de la temporada vacacional, un indicio de que la vida está regresando cada vez más a la normalidad.
La autoridad de aviación civil de Grecia anunció que estaba levantando todas las medidas para vuelos nacionales e internacionales, a excepción del uso de mascarillas en vuelos y aeropuertos. Anteriormente, los viajeros debían mostrar constancia de vacunación, una prueba diagnóstica con resultado negativo o evidencia de haberse recuperado de COVID-19 en días recientes.
A partir del domingo, los que llegan a Italia ya no tendrán que llenar el formulario de localización de la UE, un engorroso trámite por internet que antes había que presentar en el mostrador del aeropuerto.
Italia también canceló el uso del pase de salud que se había exigido para entrar a cines, restaurantes, gimnasios y otros locales. El pase verde, que muestra un comprobante de vacunación, que el portador se recuperó del virus o una prueba diagnóstica negativa reciente, sigue siendo necesario para entrar a hospitales y hogares de ancianos.
Algunos mandatos para usar mascarilla en interiores en Italia también llegaron a su fin, incluyendo en supermercados, oficinas y tiendas. Aún se requiere el uso de mascarillas en el transporte público, los cines y toda instalación de atención médica o asilos de ancianos.
“Era necesario”, dijo Claudio Civitelli, un residente de Roma que tomaba café en un establecimiento cercano a la Fuente de Trevi. Antes del domingo, los clientes debían portar mascarilla para entrar a bares y restaurantes, aunque podían retirársela a la hora de comer y beber. “Hemos esperado más de dos años”.
En una mesa cercana, Andrea Bichler, una turista italiana de Trentino Alto-Adige, estaba acompañada de amigos, todos ellos sin mascarillas.
“Es mucho mejor”, dijo Bichler. “Digamos que es un regreso a la vida, a una vida libre”.
En Grecia, donde el turismo representa cerca del 20% de su PIB, el cumplimiento de las normas ya era más laxo antes del domingo. En la isla turística de Mykonos, los vacacionistas abarrotaron las playas, bares y restaurantes el fin de semana anterior por motivo de la Pascua ortodoxa. Algunos propietarios de establecimientos dijeron que fue el mejor fin de semana en años y anticipan que continúe para el fin de semana largo del Día del Trabajo.
Grecia puso fin a los certificados de vacunación, aunque no permanentemente, sino del 1 de mayo al 31 de agosto, y en ese mes se determinará si se reinstalan. También suspendió las restricciones al número de clientes en espacios cerrados. Pero el uso de mascarillas sigue siendo requerido en espacios cerrados y a bordo de vehículos, y los expertos recomiendan su uso en exteriores al estar en medio de multitudes, como en conciertos.
Los dueños de comercios dijeron que entre aquellos que disfrutaban del fin de las restricciones había muchas personas no vacunadas.
“Volvimos a ver a viejos clientes que no habíamos visto desde noviembre”, cuando los certificados de vacunación se volvieron obligatorios por primera vez, dijo Michalis Epitropidis, secretario general de una asociación de dueños de restaurantes cafeterías y bares de Salónica. “Al castigar a los no vacunados, el Estado nos castigaba a nosotros”.
Al igual que en Italia, los ingresos por el turismo en Grecia se desplomaron en 2020, y sólo repuntaron parcialmente en 2021. Ahora los griegos albergan esperanzas de tener un año turístico récord en 2022, y se espera lo mismo en Albania, donde las restricciones también fueron canceladas el domingo.